sábado, 20 de junio de 2015

Y tú como papá, ¿cómo equilibras la vida laboral con el hogar?


Y tú, ¿cómo equilibras la vida laboral con el hogar?


Por: Darinel Herrera 
Fuentes: Manpower Group and Healthy exchange




El encontrar el equilibrio correcto entre trabajo y  familia es un desafío difícil que no termina nunca para todos los padres que trabajan. Si eres de los que lucha contra las demandas del trabajo y la familia, las siguientes ideas y sugerencias seguramente pueden ayudarte:

Hoy en día todavía existen prejuicios y estereotipos que giran en torno a la conciliación de la vida laboral y familiar, relacionando ésta única y exclusivamente con las mujeres. Sin embargo, los hombres también son padres y, al igual que sus parejas, son responsables de la crianza de los hijos y de lo que conlleva gestionar un hogar.

Tan solo en México, el número de hogares biparentales donde la mujer es la jefa de familia se ha al menos duplicado en los últimos 20 años, de acuerdo a cifras del INEGI, y esto aunado al aumento proporcional de padres solteros o divorciados ha generado una mayor participación del hombre en las tareas del hogar y el cuidado de los hijos. Este fenómeno ha propiciado además, una mayor equidad de género y equilibrio entre las actividades laborales y las del hogar, y por lo tanto una mejor calidad de vida. Pero, ¿por qué sigue existiendo el juicio preconcebido de que esa responsabilidad pertenece enteramente a la mujer? Aunque existen muchas razones por las cuales la responsabilidad compartida ha resultado en un esquema que avanza lentamente, uno de los principales motivos está estrechamente vinculado a la vida laboral.

Según Karen Mattison, fundadora de la empresa que promueve los trabajos flexibles TimeWise Jobs, el comentario más recurrente con el que se encontró después de llevar a cabo una investigación acerca de por qué los hombres no buscan trabajos de medio tiempo para colaborar con las labores domésticas, fue que quienes trabajan a tiempo parcial tienen miedo a ser percibidos como poco ambiciosos. Mattison afirma que actualmente el desafío que enfrentamos como sociedades es el desmontaje del mito, esa percepción anticuada de lo que significa el trabajo flexible y para quiénes aplica, pues no hay un único género que requiera este tipo de empleos.

Lo cierto es que aceptar la responsabilidad total de los hijos no es tarea fácil, pues hay que combinar muchas obligaciones que van desde buscar un equilibrio del tiempo que se dedica en la oficina y el tiempo que se destina a los hijos, a preparar la comida, arreglar el hogar, lavar la ropa, ayudarlos en las tareas escolares y estar pendientes de ellos en general. En las parejas en que uno de los progenitores absorbe la totalidad de las funciones para la crianza, ese cónyuge se enfrenta a una fuerte carga de trabajo no remunerada que es difícil compaginar con la vida laboral si se mantienen los modelos tradicionales.

La importancia de las nuevas modalidades de trabajos flexibles, esquemas de home office y trabajo remoto -tanto para hombres como para mujeres- reside en que le posibilitan a los padres pasar más tiempo de calidad con sus familias a la vez que ayudan a eliminar la culpabilidad que sentían las mujeres en épocas anteriores al no dedicarse de lleno a los niños y al verse obligadas a frenar su desarrollo profesional a la vez que se abre la posibilidad de que el peso de las responsabilidades familiares recaiga en ambos como equipo.

De acuerdo al estudio Encuesta de Escasez de Talento 2015, 12% de los empleadores mexicanos han ya implementado modelos de trabajo alternativos que permiten que los hombres puedan pasar más tiempo en casa, 3% ofrece acuerdos laborales más flexibles y 2% provee opciones de trabajo virtual a sus candidatos. El cambio, aunque a un paso lento, ya apunta a que los padres podrán olvidarse de tener que cumplir con la expectativa social que le tocó a la generación Baby Boomers de pasar largas horas fuera de casa dejando a los hijos para el beso de buenas noches y los fines de semana, pues ya pueden plantearse combinar de una manera más eficiente ambos roles.

 

Y tú, ¿cómo equilibras la vida laboral con el hogar?

Si eres de los que lucha contra las demandas del trabajo y la familia, las siguientes ideas y sugerencias pueden ayudarte:

La cosa más importante que debe saber

Entre el trabajo y la familia no hay un "equilibrio" automáticamente. Lograr el equilibrio es un proceso continuo que lleva antes que nada, el escuchar con mucho cuidado, la comunicación, la planificación, haciendo decisiones juntos y mucho esfuerzo. Comprendiendo todo esto puede reducir la frustración y ayudarte a tomar la acción necesaria para crear y mantener el equilibrio correcto para ti entre el trabajo y la familia.

Primero que nada van las cosas más importantes

Antes que nada, aclara cuales son tus valores y usalos como su guía para planificar y para hacer decisiones acerca de las demandas en el trabajo y la familia. Pregúntate esto:

¿- Qué es lo más importante en su vida?
¿- Qué le da significado a su vida?
¿- Qué quiere Usted ser y lograr en su vida?

Aclarar estos asuntos es crítico porque las respuestas a estas preguntas afectan todo lo demás en tu vida – especialmente las decisiones que  haces referente al trabajo y la familia y la forma en que  pasas el tiempo.

Establece prioridades

No hay suficiente tiempo libre como para mal gastarlo haciendo cosas que no son importantes para ti  o para tu familia. Identifica  los diversos roles que juegas en tu vida  y dale el nivel de prioridad pertinente a cada uno de ellos. Asegúrate  de que estes  poniendo el tiempo y la energía necesaria en esas cosas que son verdaderamente importantes para ti.

Haz un plan 

Habla con tu pareja más a menudo sobre el equilibrio entre el trabajo y la familia. Desarrollen un plan que incluya sus  objetivos individuales y mutuos junto con las responsabilidades y los asuntos del trabajo y la familia. Empieza desde una perspectiva que incluya tus valores y objetivos y haz un  esfuerzo hasta tener una vista clara que enseñe detalladamente los papeles y responsabilidades para cada miembro de la familia.

Conversa sobre las expectativas

Las suposiciones y expectativas tácitas de cómo "deberían" de hacerse las cosas, muy a menudo son la causa de conflicto y estrés en el trabajo, la familia y otras relaciones. Cuando nuestra pareja u otros no satisfacen nuestras expectativas, a menudo nos sentimos heridos o de mal genio. Para evitar trastornos y mejorar el equilibrio entre el trabajo-vida, habla con tu pareja sobre lo que quieren y esperan el uno del otro. En particular, discute tus expectativas y tus actitudes acerca de lo siguiente: los quehaceres domésticos, el mantenimiento de la casa, la preparación de la comida y las horas de comer, el cuidado de los hijos, el cuidado de las personas mayores de edad, los papeles de cada uno en la crianza de los hijos y la participación de los padres, la naturaleza y la cantidad del tiempo que pase con su pareja de casados y su familia, el tiempo dedicado al trabajo y a su carrera, el dinero o asuntos financieros.

Incluye a toda la familia

Asegúrate de  que tu familia sepa que sus necesidades son de alta prioridad para ti, a pesar de las demandas de tu trabajo. Habla sobre las dificultades de sobrellevar las responsabilidades familiares y las de tu trabajo y deja que otros miembros de la familia intenten ayudar a encontrar soluciones. Los niños también pueden hacer ciertas tareas que ayudarán a la familia a lograr hacer cosas necesarias. Compartir las tareas no sólo les enseña responsabilidad a los niños sino que también les da un sentido de pertenencia.

Comparte las responsabilidades

Divide la crianza de los hijos y las tareas de la casa apropiadamente entre los miembros de familia. Asegúrate  de que todos en tu familia entiendan que las tareas de toda la casa son una responsabilidad que deben compartir todos los miembros de familia. Organiza  la división del trabajo con tu pareja para que cada uno haga esas tareas y las cosas sean más fáciles y más agradables para ti. Haz una lista de cosas que "no quieres hacer" que son pesadas de hacer, un desperdicio de tu tiempo, o que agotan tu energía. Trata de delegar estas tareas o considera pagar por que alguien las haga si esta dentro de tus posibilidades. 

Mantén tus  límites bien definidos

Ya sea que te encuentres en el trabajo o en la casa, trata lo mejor que puedas  de permanecer totalmente ensimismado durante ese tiempo. Si estás en casa con tu familia, pon a un lado los pensamientos sobre tu trabajo, apaga tu teléfono celular y dedícale tu atención completa a tu familia. Pasa  algún tiempo todos los días con tu pareja y con tus hijos. Aunque sea sólo algunos minutos, habla, lee o participa en una actividad conjunta. Todo el mundo, incluyendo tu, se sentirá refrescado y amado en un ambiente mas positivo.

Con estas recomendaciones no solo puedes crear más tiempo para ti y tu familia, si no también podras encontrarte contigo mismo  y desempeñarte  mejor en tu trabajo.


domingo, 7 de junio de 2015

Como dejar de ser un "x" en la empresa

                                           Como dejar de ser un "x" en la empresa

Por décadas las personas han pensado que para sobresalir en el trabajo hay que ser el primero en llegar, estar muy bien presentado, mantener una actitud sería y formal durante la jornada de trabajo y marcar  la línea entre amistad y ser solo compañeros de trabajo.

Esta actitud tan rígida más que ayudarte te ancla y te proyecta en la organización como una persona cuadrada, que sigue patrones de comportamiento ancestrales, poco flexible y nada espontánea. Además que seguramente no le caes muy bien a tus compañeros por ser tan Godinez.

La clave para sobresalir en el ámbito laboral no está solo en el desempeño, en la eficiencia  y en los conocimientos; las acciones sociales y conversaciones pueden ser más relevantes para sobresalir. Las actitudes personales en tu trabajo pueden apoyar tu desarrollo profesional. 

 Parece que la capacitación es la principal herramienta en la que se piensa para ser reconocido en la empresa y lograr mejores resultados. Pero el plan para hacerse visible puede ser otro y menos elaborado. Resulta más eficiente dedicar tiempo a conocer a los jefes y a los compañeros, para así saber a quién acudir, cómo y en qué momento con miras a pedir un apoyo laboral.

Pocos empleados exploran esta herramienta por considerarla “banal” e irrelevante, pero “Cuando lo jefes toman decisiones se fijan en la interacción del empleado, no sólo en sus resultados. Por eso el valor que mejor puede predecir la posibilidad de conservar un empleo es el 'índice de amistad', no sólo la productividad”. El índice de amistad son  las acciones y conversaciones sociales que un empleado entabla para garantizar permanencia laboral.

Hay quienes con negarse a dar un cumplido al jefe, por considerar esto poco profesional, se cierran las puertas para nuevos proyectos. En un sistema como el mexicano no se enseña cómo procesar y trabajar el conocimiento emocional.

Cómo recuperar la visibilidad en la oficina
Por muy bueno y eficiente que seas para dar resultados, existen actitudes personales que limitan la posibilidad de desarrollo profesional, entre éstas:

1. Hablas, pero no sabes llegar al “punto”
En tu currículo puede haber muchos trabajos, pero eso no te hace experto en saber comunicación, y eso puede ser el primer obstáculo para lograr un movimiento en la empresa.

Los cursos de comunicación tienen alta demanda, en la actualidad, porque la gente desconoce cómo plantear un problema, se pierde en los detalles por temor a recibir un “no”. Lo básico es entender que no debes pasar por alto “el código del jefe” para comunicar y un primer ejercicio es observar qué efecto tiene en tu jefe el que seas redundante.

2. Te apena presumir los logros
Quedarse con la frase “hacer bien el trabajo, es mi mejor satisfacción”, es una bandera con la que muchos navegan en la oficina, y la razón es el temor a ser clasificado, o mal visto por los colegas.

El problema es que resulta necesario hacer alarde de los éxitos para moverse a nuevos retos laborales. El primer paso es detectar qué persona es clave en la empresa para que sepa de tus éxitos, con qué objetivo compartirás la información y en cuánto tiempo verás resultados.

3. No sabes ni qué quieres
La disposición no es lo único para lograr un ascenso, si eres de ese pensamiento más vale esperar sentado. Puedes llegar a nuevos proyectos, aunque el detonante para lograrlo es identificar qué quieres, en cuánto tiempo, para qué y cómo lo lograrás. Esa planificación no le corresponde al jefe, a la empresa, ni a la escuela, se relaciona - en todo caso- con tu autoconocimiento y el interés “por salir de zonas de confort”.

4. ¿La filosofía de la empresa te boicotea?
Las personas que están más expuestas a conocer cómo se realiza su trabajo en otras organizaciones, tienen más posibilidades de salir “inmunes” a un proceso de despido.Y es que un error que limita al empleado y lo hace invisible ante el propio mercado laboral, es considerar que lo ganado en cierta empresa – desde la perspectiva laboral económica y laboral- no será replicable en otros proyectos. 

“Aprender y desaprender”, los empleados tienen que moverse en esa constante, aun cuando entre las empresas esa filosofía no sea del todo promovida.

5.Relacionate y se muy sociable 
Los ascensos se ganan por  tus competencias y por  tu carisma, a nadie le gusta los jefes mal humorados poco sociables. Relacionate con toda la gente que trabaja en tu organización, desde los directivos hasta mandos medios y operarios, veraz que es muy gratificante.

6.Usa tu Branding
Aprende a ponerle el sello de la casa a todo lo que haces, trabaja en tus diferenciadores y asegúrate que todos  lo noten.