Como dejar de ser un "x" en la empresa
Por décadas las personas han pensado que para sobresalir en el trabajo hay que ser el primero en llegar, estar muy bien presentado, mantener una actitud sería y formal durante la jornada de trabajo y marcar la línea entre amistad y ser solo compañeros de trabajo.
Esta actitud tan rígida más que ayudarte te ancla y te proyecta en la organización como una persona cuadrada, que sigue patrones de comportamiento ancestrales, poco flexible y nada espontánea. Además que seguramente no le caes muy bien a tus compañeros por ser tan Godinez.
La clave para sobresalir en el ámbito laboral no está solo en el desempeño, en la eficiencia y en los conocimientos; las acciones sociales y conversaciones pueden ser más relevantes para sobresalir. Las actitudes personales en tu trabajo pueden apoyar tu desarrollo profesional.
Parece que la capacitación es la principal herramienta en la que se piensa para ser reconocido en la empresa y lograr mejores resultados. Pero el plan para hacerse visible puede ser otro y menos elaborado. Resulta más eficiente dedicar tiempo a conocer a los jefes y a los compañeros, para así saber a quién acudir, cómo y en qué momento con miras a pedir un apoyo laboral.
Pocos empleados exploran esta herramienta por considerarla “banal” e irrelevante, pero “Cuando lo jefes toman decisiones se fijan en la interacción del empleado, no sólo en sus resultados. Por eso el valor que mejor puede predecir la posibilidad de conservar un empleo es el 'índice de amistad', no sólo la productividad”. El índice de amistad son las acciones y conversaciones sociales que un empleado entabla para garantizar permanencia laboral.
Hay quienes con negarse a dar un cumplido al jefe, por considerar esto poco profesional, se cierran las puertas para nuevos proyectos. En un sistema como el mexicano no se enseña cómo procesar y trabajar el conocimiento emocional.
Cómo recuperar la visibilidad en la oficina
Por muy bueno y eficiente que seas para dar resultados, existen actitudes personales que limitan la posibilidad de desarrollo profesional, entre éstas:
1. Hablas, pero no sabes llegar al “punto”
En tu currículo puede haber muchos trabajos, pero eso no te hace experto en saber comunicación, y eso puede ser el primer obstáculo para lograr un movimiento en la empresa.
Los cursos de comunicación tienen alta demanda, en la actualidad, porque la gente desconoce cómo plantear un problema, se pierde en los detalles por temor a recibir un “no”. Lo básico es entender que no debes pasar por alto “el código del jefe” para comunicar y un primer ejercicio es observar qué efecto tiene en tu jefe el que seas redundante.
2. Te apena presumir los logros
Quedarse con la frase “hacer bien el trabajo, es mi mejor satisfacción”, es una bandera con la que muchos navegan en la oficina, y la razón es el temor a ser clasificado, o mal visto por los colegas.
El problema es que resulta necesario hacer alarde de los éxitos para moverse a nuevos retos laborales. El primer paso es detectar qué persona es clave en la empresa para que sepa de tus éxitos, con qué objetivo compartirás la información y en cuánto tiempo verás resultados.
3. No sabes ni qué quieres
La disposición no es lo único para lograr un ascenso, si eres de ese pensamiento más vale esperar sentado. Puedes llegar a nuevos proyectos, aunque el detonante para lograrlo es identificar qué quieres, en cuánto tiempo, para qué y cómo lo lograrás. Esa planificación no le corresponde al jefe, a la empresa, ni a la escuela, se relaciona - en todo caso- con tu autoconocimiento y el interés “por salir de zonas de confort”.
4. ¿La filosofía de la empresa te boicotea?
Las personas que están más expuestas a conocer cómo se realiza su trabajo en otras organizaciones, tienen más posibilidades de salir “inmunes” a un proceso de despido.Y es que un error que limita al empleado y lo hace invisible ante el propio mercado laboral, es considerar que lo ganado en cierta empresa – desde la perspectiva laboral económica y laboral- no será replicable en otros proyectos.
“Aprender y desaprender”, los empleados tienen que moverse en esa constante, aun cuando entre las empresas esa filosofía no sea del todo promovida.
5.Relacionate y se muy sociable
Los ascensos se ganan por tus competencias y por tu carisma, a nadie le gusta los jefes mal humorados poco sociables. Relacionate con toda la gente que trabaja en tu organización, desde los directivos hasta mandos medios y operarios, veraz que es muy gratificante.
6.Usa tu Branding
Aprende a ponerle el sello de la casa a todo lo que haces, trabaja en tus diferenciadores y asegúrate que todos lo noten.
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