martes, 27 de enero de 2015

El alto costo de tener un trabajador fumador


Estudio del Centre for Economics and Business Research 


El consumo de tabaco en el trabajo sigue siendo uno de los problemas que más afecta a las empresas. El coste medio anual que paga una empresa por cada uno de los trabajadores fumadores en Europa  asciende a 2.000 euros teniendo en cuenta la pérdida de productividad y el absentismo laboral.

Según un estudio del Centre for Economics and Business Research (CEBR), los trabajadores que son fumadores efectúan una media de 4 pausas al día para fumar, cada una de ellas con una duración aproximada de 10 minutos. En total, casi un promedio de 40 minutos al día fumando en horario laboral. Esto afecta directamente a la productividad de la empresa, a lo que hay que añadir el impacto generado por razones de salud, ya que las bajas de un fumador suelen durar 4 días más que las de un trabajador que no fuma. Para ASPY Prevención es muy importante que las empresas inviertan en prevención para la salud de los trabajadores ya que a la larga supone también un ahorro de costes para ellas.

Tanta pérdida económica ha llevado a multitud de empresas a realizar políticas de control del tabaco en lugares de trabajo. Las restricciones del consumo en los lugares de trabajo son de gran relevancia ya que es donde la mayoría de las personas pasan más tiempo (el 50% del tiempo que están despiertos). Además, la legislación de la salud y seguridad en el medio laboral exige a las empresas que protejan a su personal contra las sustancias nocivas en el trabajo. "No es fácil dejar de fumar. Lo primero es ser consciente de los problemas que este hábito puede ocasionar a tu salud y a tu entorno y finalmente, ser capaz de pedir ayuda a profesionales", asegura la Dra. Leyre de la Peña, de ASPY Prevención.

Para ello, ASPY Prevención ha desarrollado un programa que abarca diferentes acciones, como la sensibilización de las empresas y trabajadores a partir de cursos de formación para la prevención del consumo de tabaco o el tratamiento y seguimiento de deshabituación tabáquica de forma individualizada. Los objetivos son tanto concienciar a las personas de los riesgos que conlleva el tabaquismo y de cómo repercute en la salud, como ayudarles en la cesación de este hábito.

Además, sus expertos recuerdan los múltiples beneficios que se consiguen al dejar de fumar, entre ellos, una mejora de la respiración y de la salud cardiovascular, así como del aspecto de piel, dedos, aliento y dientes, o una disminución del riesgo de padecer cáncer de pulmón, boca, laringe, vejiga, estómago, esófago y riñón.

En mano de los empresarios está el fomentar actividades o prácticas saludables que no sólo mejoren la salud de los empleados sino que también repercutan en el buen funcionamiento de la empresa. En una encuesta realizada por Sanitas, el 86% de los empleados afirma que una plantilla con buena salud es más productiva. Sin embargo, en cuestiones relacionadas con el consumo de tabaco, sólo el 5% de los encuestados afirma que sus empresas le ofrecen ayuda para dejar de fumar y el 6% asegura que éstas organizan campañas de concienciación y educación relacionadas con la salud.

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