martes, 31 de marzo de 2015

La importancia de la ergonomia en el trabajo





¿Te has preguntado si trabajas en un lugar que te gusta físicamente?, ¿te has preguntado si el escritorio y silla que te han asignado son adecuados para tu talla y peso?, ¿trabajas en contacto directo  con ruido, químicos o luminosidad excesiva?, ¿crees que eso no tiene la menor importancia?, pues debo decirte que si no pones atención en este asunto,  puedes estar atentando día a día contra tu salud y esa ni el mejor  sueldo te la compra. 

¿Por qué es importante trabajar en un entorno saludable y agradable? 

Esta pregunta, desafortunadamente hoy en día, aún no tiene una respuesta obvia, debido a que muchas empresas alrededor del planeta desconocen o ignoran  la importancia que tiene el implementar una cultura de prevención de riesgos laborales dentro de su organización,  como una buena estrategia Greate Place to Work y como una estrategia para reducir incapacidades laborales y aumentar la productividad. 

El reto de la seguridad y la salud de las empresas es el objetivo que nos marcamos las personas  que nos dedicamos a prevenir los riesgos laborales. Entre los profesionales de la gestión de los recursos humanos cada  vez existe más   concientizacion sobre la importancia de la mejora de las condiciones de trabajo de las personas, con nuevas visiones y conceptos, desde puntos de vista que superan exclusivamente las condiciones físicas, de seguridad e higiénicas de los puestos de trabajo.

Por este motivo, es fundamental tener en cuenta el factor humano y el diseño de su lugar de trabajo. El diseño del área y puesto de trabajo han de satisfacer las necesidades de la empresa, así como cumplir con las exigencias que refiere el actual marco normativo. Por eso, el técnico en ergonomía debe colaborar con arquitectos e ingenieros en el diseño de las instalaciones, teniendo muy en cuenta sus recomendaciones.

Los aspectos más significativos para crear con éxito un puesto de trabajo son:

- Situarlo en un emplazamiento adecuado.

- Distribuir las áreas de trabajo y aquellos factores relacionados, como la electricidad, los sistemas sanitarios, la iluminación, el aire acondicionado, la acústica, etcétera
- El tipo de actividad y cultura de empresa.

- El flujo de actividad productiva.

- Los metros cuadrados dedicados a cada sección.

- El número de puestos de trabajo.

- La instalación adecuada de equipos.

- Los aspectos microclimáticos.

- Las características de los materiales a utilizar.

- La armonización de criterios estéticos y ergonómicos.

- Las características, necesidades y habilidades de los trabajadores.

Otros de los puntos a tener en cuenta son la configuración del puesto de trabajo, el mobiliario y la postura. Estos aspectos, diseñados de manera ergonómica, favorecen la seguridad y la eficacia, mejora las condiciones de trabajo y compensan los efectos adversos sobre la salud del ser humano.

Otros de los factores que no pueden pasar por alto, son los referentes a la carga mental y a los de tipo psicosocial. Estos factores son los referidos a aquellas condiciones presentes en una situación laboral directamente relacionadas con la organización del trabajo, el contenido del trabajo y la realización de la tarea, que suelen presentarse con capacidad para afectar el desarrollo del trabajo y la salud del trabajador. La complejidad de estos, viene dada no sólo por el entorno laboral, sino también, por el conjunto de las percepciones y experiencias del trabajador que actúan como mediadores.

Por tanto, como hemos visto, la ergonomía, una pieza clave dentro del mundo laboral, y debe luchar en contra del conocido "planteamiento procústeo". Procustes, personaje de la mitología griega, partía del siguiente argumento: "puesto que las personas son mucho más hábiles y versátiles que los objetos y las máquinas, parece más efectivo adiestrarlas para que se acostumbren a determinadas situaciones, en lugar de modificar condiciones poco deseables para que se adapten a las personas". Menos mal que hoy, en el mundo del S.XXI, somos mucho más conscientes de las consecuencias que conlleva un mal diseño de un entorno laboral.

Aquí te comparto una de  las ideas más innovadoras de los últimos meses, la "deskbike" una bicicleta de escritorio que te permite trabajar en una postura adecuada ayudando a cuidar tu espalda y columna vertebral,  te permite estar en movimiento reduciendo el estrés, agilizando la circulación sanguínea y mejorando el desempeño de tus órganos vitales, así como facilita el tener una respiración adecuada para que tus ideas fluyan, seas más creativo y productivo, es sin duda una excelente opción para las empresas.















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martes, 24 de marzo de 2015

En Alemania promueven la presencia de "perros colegas" en el trabajo


Haz escuchado hablar de las politicas pet friendly?, que pensarias si el director de Recursos Humanos decide integrar a una mascota a tu equipo de trabajo?, pensarias que esta loco?,  pues esta idea  es toda  una realidad que ofrece grandes beneficios a las organizaciones, por esta razon he decido el dia de hoy platicarte acerca de la experiencia de los Alemanes en la implementacion de esta estrategia Greate Place to Work. 

Cada vez más trabajadores alemanes se muestran a favor de la presencia de perros en la oficina para reducir el estrés, al tiempo que aumenta también la disposición entre los empleadores a aceptar a estos animales de compañía en el lugar de trabajo, en vista de los beneficios que aportan.


Esta es la principal conclusión del primer estudio representativo sobre el tema "perros en el trabajo". 
Según la encuesta, encargada por la red social para profesionales Xing, el 53 por ciento de los empleadores no rechaza explícitamente un animal doméstico en la oficina, mientras el 28 por ciento de los empleados considera que las mascotas deberían estar permitidas en el lugar de trabajo.
Además, más de un tercio de los 1.004 encuestados considera que los jefes ganan en atractivo al permitir la presencia de perros en la oficina, mientras que 4 de cada 10 empleados están convencidos de que tener al mejor amigo del hombre en el lugar de trabajo reduce el estrés y tiene efectos relajantes.
Un perro en la oficina, algo que ya permiten diversas empresas alemanas, no tiene sólo efectos beneficiosos sobre el dueño del can, también sobre el resto de compañeros de trabajo, que se animan a acariciar al animal y contribuyen a generar un clima de "buen humor".
"A mayor estrés continuado, mayor posibilidad de padecer burnout. Un perro, en este caso, realmente puede ser de gran ayuda", asegura este entrenador profesional de perros al referirse al Síndrome de Desgaste Profesional (SDP). Según Beyer, "las personas liberan oxitocina -la llamada también hormona del amor u hormona de la unión- cuando están en contacto con un perro, y viceversa".
Estudios científicos internacionales, asegura, han demostrado que un perro en el trabajo contribuye significativamente a reducir los niveles de estrés entre los empleados al favorecer la liberación de oxitocina, que reduce la excesiva producción de las hormonas del estrés, cortisol e insulina.

"Cuando alguien acaricia a mi perro Chester por la calle, me digo a mí mismo que se acaban de llevar su dosis diaria de oxitocina", afirma al hablar de su animal de compañía, que ostenta el cargo de "encargado de asuntos perrunos" en la asociación que preside.
También la Federación Protectora de Animales alemana está convencida de que, en ciertas circunstancias, un animal puede resultar beneficioso en una oficina.
Para demostrarlo, la organización ha creado el Día del Colega Perro, jornada durante la cual las empresas participantes en esta iniciativa, que se celebra anualmente, permiten que sus empleados lleven a sus mascotas al trabajo.
En la edición de este año, que tuvo lugar el pasado 26 de junio, más de mil empresas de todos los sectores, desde bufetes de abogados hasta librerías, pasando por clínicas veterinarias, concesionarios de coches, agencias de viajes y residencias de ancianos, abrieron sus puertas al mejor amigo del hombre.
En el 8,9 por ciento de los hogares alemanes hay al menos un perro y en todo el país viven 5,4 millones de canes, según un estudio del instituto de demoscopia Sinus Sociovision de Heidelberg, citado por la asociación alemana de estudios de los perros (VHD) en su informe del 2012.
En tanto, según otro estudio de la Universidad de Gotinga del 2006 citado también en el anuario del VHD, el mantenimiento de perros genera anualmente un volumen de negocio de 5.000 millones de euros, el 0,22 por ciento del PIB del país.
Deja tus comentarios,  me interesa mucho conocer tu opinion!


domingo, 8 de marzo de 2015

Malos hábitos del freelance





En la actualidad, es cada vez más común que los profesiónistas opten por ser trabajadores autónomos o freelance, ya que además de que las oportunidades de trabajo son escasas, una característica de la generación de los millenians es que prefieren  elegir como, cuándo, dónde y con quien  trabajar, no les gusta ser subordinados de una empresa y trabajar por los sueños de alguien más. 

Claro, como todo ser freelance   tiene sus  ventajas y sus desventajas, y hay que aprender unas cuantas cosas para que esta modalidad de trabajo sea la más adecuada para ti.  Aquí te explicamos como sobrevivir a esta perspectiva laboral.

Por : LUIS MEYER 

Ser freelance tiene un lado romántico, pero otro mucho más pragmático y hasta tragicómico. Como dice el autor del libro Autónomos, Toni García Ramón, “para nosotros, todos los días son lunes”. Veamos qué se puede hacer para sobrellevarlos con dignidad.

1. Si apuntarte a la vida freelance es tu plan B…. Nunca deberías serlo

Flexible, proactivo, emprendedor, tolerante a la frustración, resilente y unos cuantos tecnicismos más:  estas son las cualidades necesarias para cumplir con el perfil. Toni García Ramón los resume en un escueto: “Hay que ser soldado de infantería”. Los tópicos, no por ello menos reales, se suceden cuando uno se refiere a quienes trabajan por cuenta propia: disponer del tiempo, no depender de un jefe, poder trabajar a dos metros de la cama –o directamente en la cama-… Pero no definen en absoluto la condición de freelance. “Ser el emprendedor que se busca la vida y los clientes requiere una motivación e iniciativa importantes, saber posponer su refuerzo, y aunque no consiga un cliente o no le paguen, ser capaz de mantener la motivación. Saber encarar un no, en definitiva”: “No solo eres profesional en lo tuyo. También eres comercial, gestor, relaciones públicas, contable y hasta cobrador del frac”. Con la crisis, muchos desempleados se animan a montárselo por su cuenta, pero no siempre es la decisión acertada: “Algunas personas no tienen vocación o personalidad para serlo, pero se ven obligados a ser freelance por su situación. No suele salir bien”.

2. Una mesa de trabajo desordenada y llena de objetos inservibles queda muy bien en el documental de Nick Cave. Pero tú no eres Nick Cave; él ya tiene la vida resuelta

En una oficina eres más ordenado, por una cuestión de decoro. Pero cuando yo trabajaba en casa tenía unos hábitos bastante insanos? Un cenicero rebosante de colillas, tazas de café apiladas, un par de ejemplares de la revista Guitar Player desperdigados… Así era la mesa de T.G. cuando trabajaba en su casa como freelance. Ahora está contratado y cumple sus ocho horas en una empresa: lo máximo que puede disturbar el orden de su puesto de trabajo es un post-it pegado en una esquina de la pantalla del ordenador. “En una oficina eres más ordenado, por una cuestión de decoro. Pero cuando yo trabajaba en casa tenía unos hábitos bastante insanos. Dejarse llevar cuando eres freelance es fácil”, cuenta este programador web de 40 años. Las empresas deben cumplir rigurosamente con las condiciones impuestas por real decreto y están sometidas a inspecciones de Trabajo. A un freelance nadie le controla el lugar donde ejerce su profesión… Aunque sea el más inadecuado. “Los autónomos deberían aplicarlo para estar más confortables: iluminación natural, silla ergonómica, un área despejada en la mesa, la postura idónea, que no haya ruido… Incluso un reposapiés si es necesario. Crearse, en definitiva, un espacio de confort para rendir como se debe y de forma sana”, opina Elisa Sánchez, y advierte: “Nadie lo va a hacer por nosotros”.

3. Eres tu jefe. Más te vale llevarte bien contigo mismo

Toni García Ramón, periodista freelance, explica por qué ha escrito un libro como Autónomos: “Me ha interesado el tema porque creo no lo entendería ni Stephen Hawking. Es algo burocrático, alambicado, opaco, espeso… Me gustaba la idea de contar esto desde dentro, llevo casi 20 años como autónomo y era necesario darle un punto de humor, porque ya me parecía bastante trágico el tener que soportar toda la burocracia que conlleva serlo como para encima hacer un libro que contribuyera a fomentar más el drama. Lo usé para psicoanalizarme, saber qué he hecho mal en todo este tiempo”. Ok. Ser freelance no es la panacea. Aunque el hecho de no tener jefe suene tan bien, es un regalo envenenado. Un freelance no tiene un jefe: tiene tantos como sea su éxito –o sea, tantos como clientes- y, sobre todo, uno que no le va a dejar en paz ni de día no de noche: él mismo. Lucía Pérez (prefiere no dar su nombre real) es periodista freelance desde hace años: “Me da muchas preocupaciones, pero si lo pongo en la balanza, prefiero la libertad de horarios y de curro que tengo. No me gusta que un jefe me diga cuándo se me cae el boli y puedo irme a casa. Eso lo decido yo. La estabilidad de un sueldo a fin de mes tampoco sirve de mucho, porque estamos todos en la cuerda floja. Si te quieren echar, te echarán, igual que un cliente que decide prescindir de tus servicios”. T.G. añade: “Cuando eres tu propio jefe eres más honesto con tu trabajo: si pierdes el tiempo mirando Facebook, luego lo recuperarás porque tienes una fecha de entrega sí o sí, aunque tengas que trasnochar. En una oficina mucha gente pierde el tiempo navegando por Internet o mirando correos, y cuando llegan las seis de la tarde se van, hayan producido o no”.

4. No te olvides de salir de copas

A veces consigues tus mejores oportunidades  tomando unas cervezas, o en una fiesta, cuando un amigo te presenta al amigo de un amigo que curiosamente está montando algo que tiene que ver con tu sector y acabáis intercambiando los teléfonos.

Más allá de la pantalla de un móvil, una tableta, un portátil (y en breve, hasta la de un reloj y unas gafas), hay un mundo real y tangible compuesto por moléculas en lugar de píxeles. Y no está tan mal. García Ramón lo explica de forma meridiana: “Lo que hoy se define como networking, hasta hace poco se llamaba sencillamente salir de copas. Uno pasa tanto tiempo embarcado en otras aventuras digitales que se le olvida que nada funciona tan bien como ir a llamar a la puerta de alguien para explicarle quién eres. Ahora hacemos eso por mail, o por Linkedin, o con un simple Whatssapp, pero es un error limitarse a eso. Estas inercias existen igual que antes, cuando no existían los móviles o Internet, y sin embargo ya no se explotan. El cuerpo a cuerpo sigue siendo fundamental. A veces nos olvidamos de que somos infantería”.

5. ¿Quieres ordenar tu caos? Ten hijos.

Al contrario de lo que dictan los cánones de una vida familiar plena –trabajo estable, pareado en barrio residencial y un monovolumen aparcado en la puerta pero, sobre todo, trabajo estable- a un trabajador freelance le puede sentar muy bien tener hijos. La entropía en la que siempre ha estado inmerso muta de pronto en un orden regulado y, sobre todo, anticipado. Criar es una cosa muy seria. “Mi casa es mi oficina. Tengo una habitación convertida en despacho, me levanto por la mañana, doy el desayuno a mis hijas, hago la compra, me siento a trabajar tres horas, hago la comida, siestas, trabajo otro poco, luego las llevo al parque…”, relata Jaime de Alfonso, consultor freelance en proyectos de cooperación al desarrollo. Claro que su profesión es algo atípica, porque gran parte la lleva a cabo en el terreno, es decir, en los países a los que presta consultoría: “La mayor parte de mi trabajo la hago fuera de España. Ahí es cuando aprovecho para dormir. No hay nada más maravilloso que una buena dosis de tranquilidad y silencio para darte cuenta de que echas de menos a tus hijas”. A sus 39 años, tiene pareja y dos pequeñas que no llegan a los dos años. Hasta hace poco, cuando era soltero, tenía más capacidad de improvisación. “Me bastaba con saber que todos los años tenía siempre 4.000 euros ahorrados para cubrir imprevistos: ahora, con dos hijas, esta cantidad se multiplica por cinco. Si me rompo una pierna, dejo de cobrar facturas”, cuenta, y añade: “Además, antes solía ir a trabajar con el ordenador a cafeterías del barrio. Ahora me siento más tranquilo si trabajo en casa, cerca de mis hijas: aunque berreen o reclamen mi atención todo el rato, me concentro más sabiendo que las tengo a mano”.

6. Una tabla de Excel, además de despreciable por compleja y fea, también es tu tabla de salvación

Estuve varios años en otro país de corresponsal, allí me pagaban bien, volví a España y aquello me permitió ahorrar, y sobrevivir todos estos años. No tengo hipoteca, ni hijos ni crédito alguno, eso me da libertad
Lucía Pérez (nombre figurado), periodista
“Tengo un Excel que me he personalizado, un cronograma de ingresos y gastos que llevo al día, para evitar sustos”, cuenta Jaime de Alfonso. Lucía Pérez no usa Excel, pero lleva muy al día sus cuentas. “Es necesario tener siempre una reserva cuando eres freelance”, aconseja, “no solo porque pueden venir periodos más flojos de trabajo, sino porque muchas veces nos pagan más tarde de lo prometido. 

Yo, por ejemplo, debía cobrar una factura el pasado 26 de febrero, pero el dinero no llegó hasta el 3 de marzo. Para entonces ya me habían pasado el recibo del alquiler, de la luz, del teléfono… Si no hubiera tenido cierto colchón en la cuenta no hubiera podido afrontarlo. En cualquier caso, es difícil. 

Estuve varios años en otro país de corresponsal, allí me pagaban bien, volví a España y aquello me permitió ahorrar, y sobrevivir todos estos años. No tengo hipoteca, ni hijos ni crédito alguno, eso me da libertad. De no ser así, no sé muy bien si podría permitirme ser periodista freelance”. Según García Ramón, “cuando te das de alta en el régimen de autónomos de la Seguridad Social, es como si te pusieran un tatuaje. Lo eres de por vida. Eso obliga a quienes cobran poco a darse de alta solo tres meses al año para acumular todas las facturas y pagar menos cuotas a la seguridad social, pero claro, si te pillan te joden vivo. Perseguir facturas, perseguir pagos…. Es el pan nuestro de cada día. Yo dedico muchas veces más tiempo a eso que a escribir”.

7. Cada vez que tiras los precios, machacas a las generaciones venideras… Y a ti mismo

García Ramón lo tiene claro: “Todos nos vendemos por un euro. En general lo hacemos mal. Según mi experiencia en Reino Unido, no puedes decirle a un cliente: ‘Voy a hacer el trabajo que hace el otro por la mitad’. Primero, porque tienen sentido de la lealtad y se lo contarán a ese otro, y te harán quedar fatal; segundo, porque directamente te mandan a la mierda. En España tiramos los precios, se lleva el regateo. ¿Cómo esperas que a la generación venidera le paguen X por algo si tú has aceptado que te paguen X-1.000? Algunos incluso trabajan prácticamente gratis cuando están empezando como autónomos, para darse visibilidad en su sector. ¡Y muchos ya tienen 40 años! Desde luego, esta gente debe asumir que debe cambiar de profesión. Pasa en muchos sectores, desde periodistas a transportistas. ¿Por cuánto puedes conseguir hoy que te hagan una mudanza? ¡60 euros! Eso hace años era inimaginable. Haciendo eso, solo descapitalizas tu trabajo”. Lucía Pérez añade: “La clave para ser freelance y no morir en el intento, es no pensar jamás a cuánto te pagan la hora. Si te quedas con ese dato, tiras la toalla automáticamente”.

8. Un espacio de coworking no es una cafetería hipster, aunque esté lleno de hipsters

El 'coworking' cumple con la cuadratura del círculo, puesto que un 'freelance' mantiene su autonomía e independencia y al mismo tiempo se beneficia de lo bueno de trabajar en una oficina
Llevan implantados muchos años en otros países de Europa, y unos pocos en el nuestro. Cada vez hay más y cumplen con la cuadratura del círculo, puesto que un freelance mantiene su autonomía e independencia y al mismo tiempo se beneficia de lo bueno de trabajar en una oficina, a saber: orden, un horario más o menos coherente e interacción con otros seres vivos, en lugar de encerrarse en casa condenado a una desaliñada vida de hurón. Además, en los espacios de coworking –en román paladino: espacios comunes de trabajo- normalmente coinciden trabajadores de sectores afines, las llamadas profesiones liberales, y no es descartable conseguir un trabajo, o una colaboración, de las personas que trabajan alrededor. Pero ojo, también tiene su trampa. “Normalmente son estancias diáfanas, por eso hay que cuidar mucho el tipo de gente que entra a trabajar allí. A veces alguien se puede poner a hablar por teléfono mil horas en voz alta, u organiza un Skype en su mesa en lugar de irse a la sala común de reuniones, pero son casos muy puntuales”, cuenta Noelia Maroto, responsable del espacio coworking Dcollab, en Madrid. “En un sitio como este hay que controlar dónde poner el foco; el objetivo es estar receptivo y abierto, porque la idea es que se creen sinergias y salgan proyectos comunes, pero no hay que olvidar el trabajo, la tarea que tiene cada uno. Evitar el: ‘ahora te cuento mi vida porque nos hemos hecho amigos’”, aclara. Precisamente por eso, Dcollab cuenta también con varios despachos con puertas correderas en los que uno puede decidir si mantenerse abierto al resto del espacio o aislarse con su equipo.

Pablo Blázquez tiene un concepto más pragmático: “Es un entorno agradable de trabajo a un precio competitivo. Hay gente que va a un coworking a establecer una red, a hacer comunidad, pero no hay que engañarse: estos espacios ayudan, pero los contactos los haces moviéndote bien en el exterior, entre la gente de tu sector”. Este periodista es fundador y director, a sus 35 años, de la revista Ethic, sobre economía sostenible. Su equipo ha ido creciendo y tras pasar por un par de espacios coworking ha montado su propia oficina de redacción o, como él la llama, su cuartel general. “Yo, cuando trabajaba en casa era feliz, eso sí, también tiene que ver que mi trabajo exige ver a mucha gente, no me limitaba a mi salón. Supongo que esos espacios tienen más valor para un diseñador o un programador, con trabajos más individuales, que si los realizaran en casa podrían pasarse días enteros sin ver otras caras”. Un programador como T.G., que no dudaría en volver a ser freelance, propone fórmulas para no acabar pareciendo un misántropo con síndrome de Diógenes. “Normalmente, en mi sector trabajas solo, pero siempre en proyectos que requieren de otros colaboradores. Lo ideal sería que todos nos juntáramos, formar equipo de forma presencial y no vía mail, y de esa forma interactuar con otras personas. Un coworking puede ser una vía para esto”.

9. Estás en uno de los peores países de Europa para ser autónomo: eres tan necesario como un soldado, pero tan invisible como la atmósfera… Menos cuando hay elecciones

Cuenta García Ramón: “La perspectiva social sobre el freelance es que vivimos muy bien. Que trabajamos cuando queremos, nos levantamos cuando queremos, no tenemos jefe… La realidad es muy distinta. A lo mejor nos levantamos a las 11, pero a las 3 de la mañana estamos trabajando. O descansamos un martes, pero el domingo estamos al pie del cañón. ¿Cómo computas esos 10 minutos que has hecho una llamada de trabajo entre cerveza y cerveza? Nosotros no desconectamos nunca. Ni del móvil, Whatsapp, Facebook, Twitter, mail… Pero lo peor que tenemos que soportar es una legislación que va claramente en nuestra contra. Que no haya ventanilla única es lamentable. Pero aún más que no haya manera de acceder a crédito. Si quieres montar una revistilla con dos chavales, nadie te va a apoyar. Nadie te concede dinero hoy en día. Yo he trabajado en muchos países y el acceso al crédito para pequeños proyectos es más sencillo. Aquí no. Aunque presentes papeles, garantices solvencia y tengas todo preparado, conseguir 10.000 euros para empezar es como intentar acceder a una auténtica fortuna. Muchos teóricos y políticos aseguran que el futuro laboral estará formado fundamentalmente por autónomos.

10. Deja de leer este artículo y ponte a trabajar (o a rellenar los impresos del IVA, o a preparar facturas, o a buscar clientes, o….).

jueves, 5 de marzo de 2015

Tele-trabajo




Los tiempos cambian y con ello los contextos,  los roles,  los comportamientos, las  costumbres y las necesidades sociales y de las empresas. Gracias a los  avances tecnologicos y a el constante desarrollo de softwares  y plataformas multifuncionales, cada vez mas profesionistas  alrededor del mundo se suman a la modalidad de trabajo  3.0 mas conocida como tele-trabajo.

El tele-trabajo tiene multiples ventajas si se sabe manejar adecuadamente, ya que en caso contrario los resultados pueden ser caoticos para ti y para la empresa donde trabajas.

El tele-trabajo puede colocarte en el punto maximo de improductividad por el  simple hecho de que no tienes la presion de   tener que salir corriendo a diario hacia el lugar de trabajo, utilizar un código de vestimenta que te oprima,  o  que te tomes la libertad de  trabajar en pijama si asi lo deseas.

Por esta razon para muchas personas parece un suculento plan, pero la falta de estructura, disciplina  y la distancia real de compañeros, clientes y superiores pueden hacer que distorsionemos el concepto real de trabajo. Ademas que por lo general no se contempla que estaras lleno de distracciones como por ejemplo  los niños, vendedores, vecinos y las mascotas.

 El teletrabajo entraña tanto beneficios como retos, por ello, te comparto  ocho maneras de trabajar desde casa de manera más eficiente y sin distractores. ¡Toma nota!

1. Levántate a una hora prudente. De acuerdo, puedes dormir un poco más que el resto de los mortales, que deben desplazarse hasta sus lugares de trabajo, pero asegúrate de estar al otro lado del teléfono o del mail a las 9:00 de la mañana. 

2. Ponte ropa de adecuada. Trabajar en pijama no es positivo, ni física ni psicológicamente, para emprender un día de trabajo. Debes preparar tu mente preparando primero tu cuerpo y tu atuendo.

3. Fíjate un horario de trabajo. Si en una oficina ajena trabajarias hasta 9 horas, hazlo también en casa. 

4. Crea una zona de trabajo en casa, donde puedas dedicarte a tus tareas del día a día, equipada con todo lo necesario y alejada de posibles distracciones.

5. Tómate algún descanso. Trabajar de corrido sin hacer pausas  no es nada saludable, por lo que tómate algún break para tomar algo o sal a dar un breve paseo. 

6. Deja claro a familia y amigos cuáles son tus horarios de trabajo. No es bueno despedir a la niñera  o coger llamadas de familiares y amigos que no sean urgentes. Debes concentrarte en tu trabajo.

7. Comunícate. Precisamente porque no estás presente en la oficina, debes mantener un contacto continuado con clientes, colegas y superiores, bien por teléfono, bien por e-mail.

8. Elabora tu propia lista de tareas. Establecer aquellas tareas que debes gestionar a lo largo del día te ayuda saber por dónde debes empezar y cómo proseguir con ellas, de manera que gestiones mejor tu tiempo.