La elección de la carrera profesional y cambiar nuestro trabajo actual son dos de las decisiones más complicadas que podemos tomar en la vida.
Cuando estamos en esta situación, nos atormentamos pensando que estamos obligados a tomar la decisión correcta porque si no lo hacemos, vamos a arruinar nuestra vida.
La propia importancia que damos a esta decisión puede llegar a paralizarnos.La realidad es que hay un montón de falsas creencias que nos pueden impedir pasar a la acción o simplemente no tomar la elección correcta.
De hacerlo así, pasaremos años y años de nuestra vida preguntándonos porqué estamos insatisfechos y sin encontrar una motivación en nuestro trabajo… y lo que es peor: nos afectará a nuestra felicidad, a alcanzar nuestro máximo potencial, y también nos afectará a las relaciones con otras personas.
Aquí les dejo ocho creencias limitantes o ideas incorrectas que debemos evitar al máximo y tener en cuenta a la hora de tomar una decisión sobre nuestra carrera profesional, o cuando queremos emprender un nuevo rumbo profesional.
1. Creer que vas a encontrar la carrera profesional perfecta desde el primer momento
Cuando miro a mi alrededor y observo a las personas que podría catalogar como gente de éxito, la inmensa mayoría han cambiado su ruta profesional.
Dicho de otra forma: o bien han cambiado de carrera o han hecho varias. Esto me deja muy claro que hay muy poca gente que encuentre su carrera perfecta en primer lugar.
Hay dos tipos de personas: las que se conforman con su elección y las que buscan mejorar y dar un paso adelante para cambiar y evolucionar.
Todo lo que hayamos aprendido con la primera elección, y el conjunto de experiencias, conocimientos y formación nos van a servir más adelante. Confía en que no será un error ni siquiera aunque cambies de rumbo.
Por ello nunca veas la primera elección como un error, incluso aunque te des cuenta que no era el camino que debías seguir.Cambiar de trabajo hacia otros destinos es normal, y sano.
2. Creer que el trabajo perfecto es el que te permitirá hacer todo lo que quieras
Todos los trabajos tienen muchas cosas que no te van a gustar. Jamás vas a encontrar un trabajo perfecto. Incluso aunque te hagan una oferta de Google o Amazon… Wow suena bien, ¿verdad?
¿Y quién dice que vayas a estar a gusto pasado el período de emoción inicial? ¿quién dice que tus enormes expectativas se van a cumplir?
Un trabajo no es el nombre de la empresa. No busques trabajar por lo famosa que sea la empresa, te puede salir caro.
En el trabajo vas a estar rodeado de personas: compañeros directos, indirectos, jefes, etc.Todos ellos representan el 90% de lo que te va a hacer sentir bien, o mal. Y es independiente de lo famosa que sea la empresa.
Para salir de donde estás ten en cuenta que no solo vas a enfrentarte a tus miedos, sino a muchas personas que te rodean que te dirán que no estás tomando la decisión correcta.
Escúchales. Tener en cuenta más puntos de vista es correcto, pero simplemente añádelas a la lista de variables que estás considerando.
Ni más ni menos, es una idea más a tener en cuenta. Al final tu decides, tu eres el responsable de tu vida.
3. Creer que tu trabajo ideal te va a gustar tanto que no parecerá un trabajo
Es bonito creer que tu trabajo te va a gustar tanto que ni siquiera te va parecer que estás haciendo un trabajo.
No es así, al menos en la mayor parte del tiempo no será de esa forma.Los problemas los vamos a encontrar, y serán muchos y de miles de formas. No siempre será divertido.
De todas formas, el objetivo es siempre encontrar aquello que te dé más momentos de placer y disfrute, independientemente que luego encontremos situaciones complicadas.
Hay que dar el 100% en lo que hacemos, independientemente que sea definitivo o no. Solo tenemos el presente, el aquí y ahora.El pasado ya no existe, y el futuro es solo una ilusión
4. Creer que por tener un título universitario en algo, ya no vas a poder hacer otra cosa
Invertir tánto esfuerzo, tiempo, dedicación y dinero en estudiar para conseguir un título.. y luego… ¿cambiar para hacer otra cosa?, Estamos locos?, Pues si.
La vida cambia, las personas cambiamos, lo que en un día era algo claro puede dejar de serlo más adelante.Evolucionamos, maduramos y nos adaptamos. Los gustos y nuestros objetivos personales también cambian con el tiempo.
5. Creer que debes de tener claro lo que deseas hacer en la vida cuando tienes 18 años… y no cambiar más
Es totalmente ilógico que nuestros familiares y el sistema en el que vivimos nos hagan creer que a esa edad ya debemos saber lo que queremos hacer con nuestra vida, profesionalmente hablando.
La gente fuerte y con agallas supera la frustración inicial y cambia de carrera, luchando por aquello que creemos que merecerá la pena, y evitando hacer algo simplemente porque lo hemos empezado, porque otros nos lo han dicho.
Rompe con todo aquello que otros te han dicho que es lo correcto. Decide tu únicamente, sé el dueño de tu vida y asume tu completa responsabilidad.
Nadie está atrapado en su carrera, ni en el momento de estudiar ni tampoco cuando estamos trabajando como profesionales y nos creemos “asentados” y “estables”.
6. Creer que las personas que cambian de trabajo con frecuencia, son irresponsables o unos fracasados.
En general, las personas que invierten tiempo y esfuerzo y salen de su zona segura, están tomando un riesgo para acercarse a sus sueños.
Pensar que por cambiar de trabajo o de ruta profesional les hace menos confiables o que son fracasados está muy lejos de la realidad.
Con cada trabajo que hacemos, cada nuevo reto y nueva ruta estamos aprendiendo. Cada cambio es una probabilidad menos para equivocarnos.
Lo único importante es dar nuestro 100% en cada tema que hagamos, y confiar que los puntos se conecten más adelante.
7. Creer que el camino “institucional” es el único que sirve.
Estudiar una carrera oficial, tener un título es importante. Ya lo tienes? pues ya está bien… deja a un lado la “titulitis”.
Lo que hagas por ti mismo, por tu cuenta independientemente del sistema oficial puede contar mucho más que ese Master o ese programa de la Universidad que has visto en la revista.
Fórmate, aprende por ti mismo.Puedes aprender lo que quieras en Internet o a través de internet como punto de partida.
Prácticamente tenemos acceso a lo imaginable y más allá. Está a un click de distancia de lo que quieras conocer.
Programa tus metas de formación y sigue adelante, limita los títulos y aprende de verdad. La práctica y la acción es lo único que te va a contar al final.
Hace años escuché una frase que me llamó la atención: Dentro de cinco años serás la misma persona si no fuera por las personas que conozcas y los libros que leas
8. Creer que debes posponer tu verdadero propósito porque ya tienes un trabajo que te da dinero
Trabajar únicamente por dinero es triste. Incluso aunque creas que puedes estar cómodo así… es momentáneo.
Terminará cuando menos te lo esperes.
Caerás tarde o temprano.
Como seres humanos necesitamos encontrar y tener un sentido en lo que hacemos, eso es lo quehacer que entremos en estado de flujo creativo y disfrutemos con nuestra actividad.
Todos tenemos un propósito en la vida, lo hayamos definido o no por escrito o incluso aunque nunca lo hayamos pensado, hay algo en nosotros que identifica si vamos por el buen camino o no.
Cuando el trabajo que realizamos encaja en ese propósito, significa que nos sentiremos realizados y muy probablemente desempeñaremos bien nuestra actividad. Esto es independiente del dinero que ganemos.
Incluso aunque tengamos un gran sueldo, si nuestra actividad no se amolda a nuestro propósito vital, caeremos.
Plantéate si lo que estás haciendo te llena, si ves que estás cumpliendo tu meta personal y te está acercando o alejando de ella.
El dinero no puede retenerte, no puede ser el obstáculo para que luches para sentirte mejor con lo que haces en la vida.
Reinvéntate, cámbialo.
Hay una gran probabilidad que si trabajas enfocado y hacia tus metas definidas, lo consigas.
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